Nuestra Incapacidad de Ayudar

Hoy, me ha sorprendido ver en el telediario, las imágenes del vídeo, que se puede ver encima. En ella se ve, como tras una discusión (que según he entendido, giraba en torno a la cola del metro), un hombre golpea fuertemente, a la mujer, con la que discutía, quedando esta, tendida en el suelo (creo, que según el noticiario (de La Sexta, primero, y posteriormente de Antena 3), en coma. La imagen, me parece realmente fuerte, por el hecho de que nadie socorre a esta persona, tendida en el suelo, como se ve en el vídeo, pasa algún tiempo, desde que se desploma, hasta que alguien se acerca, y llama a la ambulancia.

Me parece realmente fuerte, no tanto la agresión, que comienza a ser algo habitual, y que muy a mi desgracia, ya me parece algo cotidiano, que, también podemos observar en Madrid o en Barcelona, sino la indiferencia, del resto de usuarios del metro. No es ya, que intercedan en la “pelea”, siquiera que actúen frente al agresor, sino, simplemente, que al ver a la mujer tirada en el suelo, en coma (que no pueden saberlo, pero si notar que esta inconsciente), se digne a acercarse e interesarse por la situación, o al menos a llamar a los servicios de emergencias (que es tan solo, la persona que se acerca a la víctima, quien se digna en llamar a emergencias). Me parece, realmente, grave, que entre todas estas personas, ninguno, pudiese prestar ayuda a la agredida.

Como he dicho, no es que intervengan, frente al agresor, ni nada de ello (algo de lo que querría hablar más adelante, pero en donde no quiero entrar, para no desviar este tema), sino, simplemente socorrer a una persona que ha perdido el conocimiento. ¿A qué grado de individualismo y desapego, estamos llegando, que somos incapaces de auxiliar a una persona en este estado? ¿Qué enorme sacrificio, nos supone auxiliar a una persona indefensa, cuando el agresor, no está presente, ni corremos el riesgo, qué sé yo, de que se nos derrumbe la estación de metro, en ese punto?

En mi humilde opinión, esta situación no tiene excusa, es por esto que lo quiera diferenciar de las agresiones de Madrid, Barcelona y otras, en las que podríamos alegar el miedo, de los “buenos samaritanos” a ser víctimas, también de la agresión. Pero en este caso concreto, no soy capaz de encontrar ninguna razón para no ayudar a esta mujer (ni siquiera, la posibilidad de perder el metro, por qué en el vídeo, se ve, como la gente se para y “pasea” en torno a la escena, y no que vayan apresurados a tomar el metro).

Quiero terminar disculpándome, por no hablar de la agresión, en sí misma, pero, es que, por desgracia, esas situaciones me son más cotidianas, y ciertamente, tengo más asimilado, que no muchas personas intervendrán para evitar una agresión, como ya he dicho, por miedo a sufrir represalias, o simplemente (y aquí aparece mi faceta más cínica y demagógica, por qué, en nuestro, cada vez más mas dominante, pensamiento individualista, podemos, incluso pensar que la “victima se lo ha buscado”. Sinceramente, espero que aquellos que aleguen esto sean minoritarios, sino, prácticamente inexistentes, y también, que nadie piense que yo, puedo pensar de este modo, pero como ya he dicho, el hecho de ver esta pasividad, en la gente que se encuentra con esta situación, me hace ser muy pesimista, en torno a los valores y prioridades, que están rigiendo nuestras vidas.